Tu guía para conducir por la nieve en invierno

Según las cifras, es más probable que los conductores requieran una llamada de avería en la última semana de diciembre que en cualquier otro momento del año, lo que marca el comienzo del período más activo de la industria de la recuperación.

No somos ajenos a la nieve y el hielo aquí en el Argentina; sin embargo, cuando algo sale mal, ya sea un salto, una falla mecánica o quedarse varado, la causa principal no es tanto la nieve. A menudo, es simplemente porque nos sorprendieron.

En estas condiciones, es vital que se prepare adecuadamente para su viaje, que ajuste su conducción para adaptarse a las condiciones y que se proteja, tanto con las precauciones adecuadas como con la cobertura adecuada. Con esto en mente, hemos elaborado una guía completa para mantenerse seguro y libre de incidentes en esas carreteras nevadas. Nunca puedes ser demasiado cuidadoso.

Preparación previa al viaje

Podría decirse que hay dos razones por las que los vehículos de recuperación siempre esperan estar ocupados a fines de diciembre y al comienzo del nuevo año. La primera es la alta probabilidad de nieve y hielo en las carreteras; la segunda es que muchos conductores a menudo se suben a sus automóviles por primera vez desde las prolongadas vacaciones de Navidad.

Es probable que el nivel de carga de una batería de arranque sin usar durante un período prolongado sea bajo. Desafortunadamente, desde que se pone en marcha el motor hasta que la cabina se calienta al máximo, es probable que las demandas de la batería del primer día sean inusualmente altas. El resultado final puede ser una batería descargada, ya sea de inmediato o en algún momento inconveniente del viaje. Simplemente haciendo funcionar el motor o sacando el vehículo a dar una vuelta cada pocos días, puede asegurarse de que los niveles de carga permanezcan llenos.

Además, es crucial que revise todas las luces, incluidas las luces antiniebla, y reemplace las bombillas gastadas; la visibilidad puede ser un desafío en condiciones de nieve y querrá tener todas las herramientas a su disposición. Del mismo modo, asegúrese de mantener una buena cantidad de lavado de parabrisas en invierno: si los chubascos de nieve se han detenido, las carreteras fangosas pueden crear grandes demandas en su parabrisas. Asegúrese de seguir las pautas sobre la concentración correcta, ya que al hacerlo se reducirá el riesgo de que las lavadoras se congelen.

El frío extremo reducirá la presión de los neumáticos y aumentará el riesgo de agrietamiento de las paredes de los neumáticos. Este es precisamente el momento en el que necesita tanto agarre y control como sea posible, así que compruebe el estado y la presión de sus neumáticos antes de cada viaje. También es el momento ideal para consultar el manual de su vehículo para obtener pautas sobre la frecuencia con la que debe reemplazar o recargar su anticongelante. Seguir este consejo debería ayudar a evitar daños costosos e innecesarios en el motor y otros componentes.

Además de un teléfono móvil completamente cargado, se recomienda encarecidamente tener un «kit de invierno» en el coche. Este debe consistir en: un botiquín de primeros auxilios, ropa abrigada, manta, linterna, botas, pala y cuerda de remolque. Para viajes más largos, vale la pena llevar algo de comida y una bebida caliente en una petaca. Empacar estos artículos garantiza que podrá salir mejor de la nieve y, en caso de avería, mantenerse a salvo y abrigado hasta que llegue la ayuda. Aquí es donde, en última instancia, tener el tipo de cobertura adecuado se vuelve absolutamente esencial.

Asegúrate

A pesar de todos los mejores preparativos, a veces pueden suceder cosas que están fuera de su control. Los conductores desatentos, los cambios inesperados del clima y las fallas inexplicables del motor son realidades de un largo viaje en automóvil; saber que pase lo que pase, usted y su propiedad están cubiertos elimina gran parte de la ansiedad de estas circunstancias desagradables.

Conducir y maniobrar en la nieve

Si se pronostica un clima severo, siga el consejo oficial preguntando si su viaje es realmente necesario. Sin embargo, si no se puede evitar la conducción, adoptar un estilo de conducción mesurado y constante le ayudará a superarlo.

Ponga en marcha suave y lentamente, con la intención de mantener una velocidad baja durante todo el viaje. Frenar es problemático en nieve y hielo porque su agarre es mucho menos confiable, lo que posiblemente resulte en un trompo si lo pierde. Como tal, intente reducir su velocidad suavemente y aplique los frenos con suavidad, utilizando la marcha más baja posible para mantener el control.

En la carretera, tenga en cuenta que las distancias de frenado son hasta diez veces mayores en nieve y hielo, así que aumente la distancia entre su automóvil y el vehículo de adelante para compensar. No caiga en la tentación de bajar la guardia en carreteras asfaltadas o cuando comience el deshielo; recuerde que todavía es posible que haya parches aislados de nieve y hielo negro.

Qué hacer si te quedas atascado

Evite la tentación de pisar el acelerador: la rutina en la que se encuentra solo puede empeorar al hacer girar las ruedas. Lo hace lentamente: intente mover el automóvil hacia atrás y hacia adelante varias veces para ver si puede liberarse de la acumulación. Si esto no funciona, use su pala para despejarse.

En la eventualidad de que simplemente no pueda moverse, no hay necesidad de entrar en pánico. Informe a la policía y al servicio de asistencia técnica, haga lo que pueda para apartar el vehículo de la carretera y permanecer junto a él. Si no puede sacar el automóvil de la carretera, mantenga las luces de emergencia encendidas y permanezca cerca de su vehículo. Por encima de todo, es importante que permanezca seguro; cualquier otra cosa puede reemplazarse.

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